No existe nada que le guste más a Celia que echar un polvo con su novio en el sofá negro del salón de casa y, evidentemente, chupetearle la polla implicándose y saboreando bien hasta el último centímetro del miembro viril de Alberto. No dejes de contemplar de qué manera se implica y lo bien que le da a la lengua cuando tiene un rabo tan entretenido como el de él. ¡Qué sensual y morbosa es esta zorra desnuda en plena acción!.
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