Esta joven y hermosa asiática es practicante de un esencial arte marcial. Se ha enamorado absolutamente de su adiestrador personal, y toda vez que termina de adiestrar se pone muy cachonda hasta el momento en que acaba cayendo rendida a sus pies. Precisa a diario tener la leche entre los pelos del coño, puesto que eso le aporta mucha calma, sereno y desconexión con la rutina.
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