El marido de esta mujer, este muchacho blanco con su traje tan bien arreglado y tan poca cosa al tiempo, es de los que se ponen cachondo cuando se sienten de este modo, en inferioridad con su mujer y rodeado de pollas. Le excita mucho ver de qué manera le echan una follada tremenda. Con sus fantasías, no le ha quedado otra que contratar a una legión de negros que han mantenido sexo con su mujer, y , como buen apasionado al cuckold ha gozado viendo de qué manera le hacía a la esposa pelirroja una doble penetración. Ahora, me ha pasado algo bastante curioso, y es que me ha semejado tan guapa la muchacha que me he enamorado. Me hubiese agradado que fuera un pene mío uno de esos que se le meten por el trasero y se lo abren y se lo dilatan.
0 Comments