No hay lugar malo para tener sexo anal, especialmente cuando es un incesto y lo haces con tu madre, una mujer cachonda a la que le agrada que le den por doquier. Y no estoy exagerando ni diciendo brutalidades, a la chavala le chifla llegar, abrir el trasero, y encontrarse con una follada increíble, localizar que le han roto el trasero sin parar y que ha sido su hijo, el que no ha tenido inconvenientes en ver el trasero abierto de su madre y meter por ahí su polla empalmada. De la madre puesto que qué podemos decir… Es un genuino bombón que cuando uno la mira de frente se queda ido, se queda ido por las caras que pone mientras que está follando y por más que goza con este incesto tan brutal.
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