Esta madura se llama María, tiene 56 años y lleva toda la vida trabajando en la misma empresa. Aunque en momentos puntuales habían sentido atracción, nunca, por respeto, se había atrevido ninguno de los dos a dar el paso y follar. Hasta hoy. No han aguantado más, y la pasión ha hecho que estuvieran durante horas dale que te pego. Ambos estaban casados, pero después de esta aventura quieren convertirse en buenos amantes.
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