Si hay algo que en esta vida que me ponga bien cachondo del cuerpo de una mujer es ver a un buen trasero. Sí, señor, un trasero de esos de los que vas caminando por la calle y debes virar el cuello de lo increíbles que son. Creo que esos son los buenos traseros, sin comprender de tamaño; sencillamente que te haga virar el cuello. De ahí que deseo dejarte acá mismo una buena colección de esos fantásticos traseros que van a dejarte con la boca abierta, traseros que son esencialmente perfectos. Quién pudiese meter ahí sus pollas y no sacarlas hasta el momento en que llegue el día del juicio final, poder follarte a esos traseros por el ano y dejarle ahí una buena corrida que después saque la muchacha sus músculos anales. Indudablemente que para los fetichistas de esta cuestión es una cosa que nos chifla, siempre y en toda circunstancia estamos prestos a ver algún trasero que nos robe la respiración.
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