Esta vez Diana comenzó fuerte con su novio: se arrodilló y empezó a comerle bien toda la polla, para más tarde joder por el trasero en diferentes posturas en el sofá. Da bastante morbo observar la cara de placer que ponen los dos cuando sienten los clímax. Y es que tanto uno como otro tienen en común que les chifla el sexo de la manera más intensa posible, puesto que si lo hiciesen despacio y con cariño se aburrirían un montón.
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