Laura estaba harta de soportar a los tíos. De ahí que deseó mudar de rutina y tirarse a una tía. Tuvo tanta suerte que la primera que halló fue una negrita de pelos rizados que estaba bastante buena. Enseguida se enrollaron: las lenguas fueron las primordiales protagonistas, y es que no pararon de chuparse enteritas. Y los coños se quedaron tremiendo de placer.
0 Comments