Sandra puso toda la carne en el asador. Esta sensual madura, harta de lo impotente a nivel sexual que era su marido, optó por separarse y comenzar a conocer a nuevos hombres con los que divertirse. Desde hacía tiempo se había fijado en su vecino, y pronto se lo folló sin parar, hasta el punto que terminó con su cara de zorra pringada de semen recién ordeñado y, como es lógico, dale que te pego en el sofá en diferentes posturas.
0 Comments