Semeja que esta madura tenía el día de hoy ganas de pasarlo, de hacer que su coño disfrutara con lo que viene a ser una buena masturbación merced a un consolador enorme que ha puesto la muchacha en la cocina, específicamente cuando lo ha pegado en la encimera y se ha puesto a masturbarse el coño con él con fuerza, hasta el punto de que ha pegado tantas voces que todos y cada uno de los de la casa se han pensado que le pasaba algo a la madura. Mas no. Ella sencillamente se estaba masturbando con una intensidad y una pasión fuera de lo normal. Ha sido bastante increíble ver el consolador que ha utilizado: un pene negro de unos 30 centímetros que indudablemente logrará satisfacer sus necesidades sexuales a toda costa. Tiene toda la pinta que es de las difíciles, de las que tienen un coño exigente.
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