Hay que tener suerte para, primero: hallarte a una mujer de este nivel físico como tu vecino. Y segundo, hay que tener todavía más suerte para encontrártela desnuda justo a la vera de tu casa y masturbándose por el coño y por el trasero. Mas bueno, supongo que esto solo les pasa a los que nacen estrella, a los que nacen con la mejor suerte del planeta en lo concerniente al sexo y, ¡joder, de qué manera de buena está la vecina, me ha enamorado! Y más, si ya por sí era bastante difícil, cuando se ha comenzado a masturbar por el trasero, cuando se ha metido el consolador hasta el fondo. He llegado a meditar que todo esto ha sido una treta para poner caliente a su vecino y que este fuera de manera directa a su casa a echarle un polvazo.
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