Tengo al lado a una vecina, que es una puta de cuidado, la habitual mujer a la que le agrada que le den bien fuerte por el coño, que se lo revienten sin parar hasta el máximo y la dejen más que satisfecha con la gran follada que le han echado. Lo mejor es que, el responsable de hacer esas cosas soy . No tengo piedad con ella… Me acerco muchas mañanas a su casa y la penetro sin parar, le dejo el coño bien abierto y la ponga en distintas situaciones que hacen que disfruten considerablemente más aún. Ella, de qué manera no, sabe qué hacer para ponerme caliente, sabe de qué manera lograrlo. Ahora acostumbra a ponerse ropa buen ajustada que le queda como un guante y le destaca ese buen trasero que tiene, el que es la envidia para muchas mujeres de su edad.
0 Comments