Acá tenemos a un abuelo más que caliente de esos que follaría con quien fuera, aun con su nieta. Y sí, es el caso. Lo cierto es que tiene una suerte tremenda, no todos y cada uno de los días un hombre es capaz de follarse a semejante pibón pelirrojo, si bien he de decir que la muchacha tiene una parte de la culpa pues es la tradicional fetichista que le pone muy cachonda poder meterse un rabo de un maduro entre pecho y espalda. Si bien si tuviese que quedarme con algo de esta mujer sería con esa buena cara de zorra que tiene la muchacha, desde el primer instante en que la ves te percatas de que tiene pinta de ser una viciosa de cuidado a la que le van a quedar pocas pollas a las que le falta por follarse todavía. Ahora que el abuelo ha probado este coño tan joven, si bien no sea demasiado viejo, no quererá otra cosa.
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