Soy un poseso de las corridas, señores, es una de las unas partes del sexo que más disfruto indudablemente alguna: correrme en el coño de mi novia. En muchas ocasiones lo hago sin informar, le digo que aún me queda mucho para correrme, haciendo el que soporta, mas que va, me comienzo a reír y hago que mi polla dispare toda la corrida como pistola. Eso sí, esto lo hago por el hecho de que sé que mi chavala toma las cautelas pertinentes, si no no me iba a arriesgar a probar semejante chorrada (jamás mejor dicho). Sobre mi novia solo os puedo decir que es una chavala exageradamente hermosa, con unos ojos abiertos, muy blancos y una sonrisa que alumbra su cara y sus aledaños. Y con unas tetas increíbles, la habitual chavala que resalta merced a su enorme par de tetas sin ningún género de dudas. Una bendición haberme enrollado con ella y poder follármela toda vez que se me apetece.
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