Esta madre polaca se ha dedicado a sujetar la polla dura de su hijo y se lo ha follado sin piedad, semeja que es de estas maduras calientes a las que es bastante complicado decirles que no. Cuando se le mete un hombre entre ojo y ojo, no le importa hasta el momento en que sea familia, y acá lo podemos revisar meridianamente. Me viene una chavala de este calibre, poniéndome la mano sobre el bulto y tendría ciertas dudas. Al comienzo afirmaría que no, puesto que sería mi primer incesto, mas después meditaría y me olvidaría de los tabúes de la sociedad y follaría con ella como ánima que lleva el demonio. Además de esto, no es que sea la madre una estrella de mar, una de esas maduras que no se mueven mientras que están follando. A ella le agrada crear con las posturas.
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