Es una rama del porno que se ha puesto muy de tendencia recientemente, donde una muchacha penetra el trasero de un hombre con un consolador que se lo mete hasta el fondo y le hace alucinar. El hombre que hace esto lo hace por 2 cuestiones básicas que se ven muy rápido: la primera es que le agrada sentirse humillado por las mujeres en el sexo, cosa que a mí asimismo me pone singularmente caliente, y la segunda es una cuestión científica: el hombre tiene el punto G en su ano, y de ahí que en el momento en que una mujer lo penetra a destajo con un consolador es muy normal que no pare de sentir placer. Son tabúes que se rompen merced al porno y que facilitan que el hombre pueda gozar de su cuerpo en su máximo esplendor.
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