Cuando uno tiene a una amante, soy de los que consideran que hay que cambiar un tanto el sitio donde te la follas, a fin de que no sea demasiado repetitivo. No sé si me comprendéis bien. Uno debe mudar y seleccionar el sitio conveniente donde le meterás la polla hasta el fondo a tu muchacha salida. Yo con mi amante he optado esta vez por el hecho de que nos vayamos a una casa de campo, por poder follármela allá mismo de la forma más dura posible. El hecho de ocultarnos es una cosa que me ha dado considerablemente más morbo y he follado con más intensidad y ganas que jamás. Hemos pasado 2 o bien 3 del tirón en los que no he hecho más cosa que poder meterle la polla a la muchacha hasta aburrirme. Y no, no estoy exagerando ni un ápice.
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